Las encuestas no nos ponen las cosas fáciles a Los Verdes; tampoco ayuda mucho la fuerte presión al bipartidismo que están haciendo en las últimas semanas el PSOE y el PP, con la inefable colaboración de los principales medios de comunicación. Desde luego, quien quiere hacer política por la vía fácil, sabe dónde ir; quienes optamos por Los Verdes sabemos que hemos elegido lo difícil.
Por eso creo necesario explicar por qué, en estas elecciones, yo estoy con Los Verdes; por qué yo he elegido encabezar la candidatura de Los Verdes al Parlamento de Andalucía. Siempre hablo de nuestras propuestas, de lo que queremos… hoy quiero hablar de mí.
En primer lugar, estoy con Los Verdes porque su programa, nuestro programa, me convence. Zapatero decía al inicio de esta campaña que ellos les iba bien la tensión, que tienen que dramatizar… Los Verdes no necesitamos añadir más drama a lo que es dramático: el cambio climático está aquí, y esa es nuestra primera preocupación. No nos inventamos los problemas, no añadimos “picante” a nuestra visión del mundo; nos limitamos a escuchar a la naturaleza y a los científicos. A mí me convence un programa que no inventa problemas, que no es maniqueo diciendo que algo está bien sólo si lo hace mi partido, y que todo lo que hagan los demás es malo.
También me convence el programa de Los Verdes porque es realista. A los ecologistas nos dicen utópicos… pero aquí las únicas fantasías que hay son las de quienes defienden el status quo, quien dice que no pasa nada, que las cosas se van a arreglar solas o que sólo quien ha generado el problema, y con más de lo mismo, va a poder solucionarlo.
Y como yo no me resigno a no mejorar, me convence un programa crítico y nuevo, que apuesta por una democracia mejor y que, como yo, tampoco se resigna.
Mi segundo argumento para estar con Los Verdes es que no estamos solos. Los Verdes también somos movimiento ecologista, que es una gran coalición de científicos, de empresarios, de artistas, de activistas… y de personas de a pie que tratan de mejorar sus conductas para proteger el medio ambiente: reciclan, ahorran papel, compran bombillas de bajo consumo, van en bicicleta... Estar con Los Verdes es estar acompañado, de hecho es estar muy bien acompañado. Es estar con la gente que está promoviendo el cambio desde abajo, desde fuera de los centros de poder; protagonistas de una verdadera rebelión cívica, descentralizada pero imparable, para cambiar el mundo.
A mí no me cabe duda de que el cambio se va a producir, es irreversible e imparable. El problema es cuándo queremos que llegue, y si va a ser justo para todos. Los centros de poder han tardado treinta años en compartir nuestro diagnóstico: ya nadie niega el cambio climático, todos se han quitado la venda que se habían autoimpuesto para no ver lo evidente. La cuestión ahora es si vamos a esperar otros treinta años a que compartan nuestras soluciones, a que actúen, y si lo van a hacer para todos o van a sacrificar a otras personas... Por eso me parece imprescindible estar con Los Verdes. Pero tengo un tercer motivo.
Yo he aceptado encabezar la candidatura de Los Verdes porque me convence su programa, nuestro programa. Estoy con Los Verdes porque es estar muy bien acompañado. Pero mi tercer motivo es más moral, más íntimo, y ha sido el decisivo: estoy con Los Verdes porque creo que es hacer lo correcto.
Dentro de veinte o de treinta años nos van a juzgar. Nuestra generación va a tener que dar muchas explicaciones, de por qué ha permitido que las cosas llegaran a este punto. A nuestros predecesores les va a servir la disculpa la ignorancia: cuando empezaron a quemar carbón de forma masiva en el siglo XIX o petróleo en el XX, se desconocían los efectos a largo plazo de esas acciones. Hoy no podemos alegar desconocimiento.
Sabemos que estamos llevando al planeta a una situación sin precedentes, a una crisis ecológica acelerada; estamos condenando a millones de personas a sufrir las consecuencias de nuestra irresponsabilidad; estamos dejando una herencia envenenada. Lo sabemos… ¿y no actuamos? ¿No hacemos nada? ¿Esperamos que las cosas se arreglen solas? ¿Esperamos a que actúen otros?
Dentro de unos años se nos va a juzgar muy severamente. Y con razón. Porque sabemos lo que estamos haciendo. Y ese juicio no lo van a hacer unos desconocidos: lo van a hacer nuestros hijos, nuestros nietos. Decía antes que yo estoy con Los Verdes por una cuestión moral, de hacer lo correcto… ahora me doy cuenta que lo hago por interés, por egoísmo. Porque cuando me pregunten mis hijos y mis nietos (que espero tener), qué hice yo en estas décadas de locura colectiva, de irracionalidad y de irresponsabilidad, quiero dar una respuesta aceptable: diré que hice todo lo que pude. Cuando me pregunten dónde estuve, les diré que estuve con Los Verdes.
¿Quién entenderá que sabiendo lo que sabemos en estas elecciones la mayoría de los votantes sigan engatusados en la dramatización política? ¿En la exageración? Yo no lo entiendo. Y no sé cómo podría hacérselo entender a mis hijos, a mis nietos. No quiero pasar como un colaboracionista, sino como alguien que contribuyó al cambio. Por eso ahora estoy con Los Verdes. Porque me convencen, porque tengo la mejor compañía, porque es lo correcto, por egoísmo… ¿Y tú? ¿Dónde quieres estar? ¿Dónde dirás que estuviste? Yo, estoy con Los Verdes.
Andrés Sánchez, candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía por los Verdes de Andalucía